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Una historia Drag

Escribe: Josimar Osorio

Con vestidos llenos de brillantina y trajes de lentejuelas, las soberanas de las sombras suelen tomar por asalto las calles de la ciudad para dar rienda suelta a su imaginación. Las estrellas que iluminan este firmamento se arrastran en el escenario presas del glamour y de melodías pop para abrir las alas, cual mariposas, y volar.

Las reinas de la noche, o drag queens, comprenden una de las expresiones artísticas más representativas de la comunidad LGTBIQ+. "Drag" es un acrónimo de "Dressed as girl" y es utilizado para denominar a una persona que crea e interpreta un personaje andrógino, haciendo uso de plataformas, pelucas y accesorios. Su intención es llamar la atención y ofrecer entretenimiento a la par de burlarse de los roles de género dentro de la sociedad y de la cultura.

Se conoce, además, que el término "drag" proviene del verbo en inglés que hace referencia a cómo los vestidos de los artistas se arrastraban durante sus presentaciones en las obras. Otros términos asociados son "drag king": una mujer que se transforma en un hombre con elementos parecidos y los "bio queen": hombres y mujeres que interpretan un personaje drag de su mismo género.

Históricamente, el drag como elemento dramático apareció durante la segunda mitad del siglo 19 XIX, en espectáculos como el burlesque victoriano y la pantomima británica, expandiéndose rápidamente a estilos teatrales de otras partes del mundo, como el vodevil , el burlesque americano, y el cabaret, este último en la década de 1930.

Durante los siguientes años, el arte drag queda redimido y no es sino hasta la segunda mitad del siglo 20 XX, durante la Revolución Sexual y los disturbios de Stonewall, cuando adquiere identificación con la comunidad LGTBIQ+, siendo muy común apreciar este tipo de espectáculos en bares y discotecas gay, lo que se mantiene hasta nuestros días.

El arte drag, más allá de lo que se cree, es tan o más difícil que cualquier otro oficio. Muchas de las personas que deciden dedicarse a esta labor suelen pasar horas frente a un espejo entre maquillajes y pelucas, además de desempeñar la tarea de un diseñador de modas, puesto que muchos de estos artistas confeccionan sus atuendos, incluso a mano.

En los últimos años, el arte drag ha fortalecido su presencia en los medios de comunicación, incluso en el cine y en la música. Se ha popularizado a través de programas como RuPaul's Drag Race, The Switch y La Más Draga, entre otros. A nivel mundial, el mayor representante es RuPaul, sin embargo, antes que él existieron otros personajes que le abrieron el camino, como Dorian Corey, Crystal la beiyaa, Divine o incluso la propia Marsha P. Johnson. En la actualidad, nombres como Bianca del Río, Sasha Velur, La Prohibida, Valentina, Conchita Wurst y Pabllo Vittar son algunos de los más conocidos.

Durante los últimos años, algunas han ganado experiencia asistiendo a diferentes bares y discotecas de Lima. Su presencia en eventos de la comunidad LGTBI en la capital ha permitido que, al igual que sus colegas, puedan tener una fuente de ingresos para poder sobrevivir, aunque nunca ha sido fácil. Los Drag shows suelen ser verdaderos espectáculos. Noches de fiesta, locura, baile, canto, competencia, simplemente pura adrenalina.

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